Al explicar sus orígenes los Shipibo relatan el mito de los hijos del sol y de la luna. Aseguran que Dios había creado a estos dos astros como dos divinidades que no deberían juntarse jamás, pero desobedecieron a los consejos. A consecuencia de estos amores siderales la luna se vio embarazada. Una noche de tormenta un rayo abrió el vientre de la luna y bajaron a la tierra 7 niños de conformación humana.
El más pequeño de los hijos del sol y de la luna llego al mundo con habilidades que no poseían sus otros hermanos. Para escaparse de las persecuciones en la tierra el hermano menor disparaba cantidades de flechas en el aire construyendo así una escalera por la que regresarían hasta el infinito. Por esa escalera endeble, y convertidos en hormigas curiuinsis provistas de trocitos de hojas, los 7 hermanos subieron en busca de sus padres portando el mensaje de la selva. Al llegar a un inmenso lago poblado de caimanes feroces quisieron ganar la otra orilla utilizando los lomos de los lagartos como pasaderos. Una de las fieras troncho el muslo del hermano- guía y en la lucha siguiente todos llevaban el riesgo de ser devorados. El sol se compadeció de sus hijos y les convirtió en la constelación, que los colonos conocen por el nombre de los 7 cabritos (los pleiades) y que los Shipibo llaman huishmabu. Una de las estrellas se llama quishi huma, sin pierna en recuerdo del hombre-guía.
La altura y posición de estas estrellas con relación a la tierra es interpretada por los indígenas como el avance de las estaciones del año que orientan la vida de los Shipibo. El invierno y el verano están anunciados por la declinación de las 7 cabritas y ese conocimiento sirve a los Shipibo para orientar sus actividades de caza y pesca. Así el mito de huishmabu forma parte del calendario de los Shipibo. Después de las privaciones del invierno cuando los crecientes son tan grandes que ‘los peces se pierden en el agua' y la lluvia cae dia tras dia. En verano, tiempo de abundancias los Shipibo organizan sus excursiones a las grandes cochas para pescar con arco y flecha la sabrosa palometa o hacer acampamentos en las playas inmensas del gran rió para buscar huevos de taricaya, una tortuga. Asi cada estrella cada constelación es conocida y tiene su nombre y su historia.
Para nosotros las estrellas dan vueltas alrededor del sol. Para los Shipibo las estrellas pasan por el rió cielo en sus canoas. La estrella Nete Huishtin (venus) siempre busca sube y baja 3 veces antes de subir definitivamente. Los Shipibo dicen que allí hay fuerte corriente. Para ellos todo se relaciona con el conocido rió. Creen que no estamos solos en el universo. Existen otros mundos poblados por ejemplo en la Vía Láctea, o Nahua Bay, el camino de otras gentes.
De: Carolyn Heath
EL TIEMPO NOS VENCIO
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